Prácticas Desleales de Comercio Internacional, Un Lado Obscuro de la Globalización Parte I

En 1986 comenzamos a vislumbrar nuevos caminos para nuestro porvenir como nación deseosa de superar las crisis que veníamos enfrentando, en forma de ciclos económicos fatales, y que golpeaban el ingreso familiar de la mayoría de los mexicanos, el de las empresas y los presupuestos públicos.

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Comercio Exterior

Tratados internacionales[/toggle]

Creímos que el comercio nos haría más autosuficientes, industriosos, eficientes y soberanos.  En parte esto fue cierto porque comenzamos a aprovechar verdaderamente nuestra ventaja geográfica con el principal mercado del mundo, del que somos vecinos e intensos participantes.  Como muestra están la industria automotriz asentada en territorio nacional, cuyo brillo no se opaca ni con las amenazas recientes del Ejecutivo norteamericano, el boom turístico y el ingreso casi ininterrumpido de inversiones extranjeras, a las que no parece importarles mucho la creciente inseguridad pública que padecemos.El faro que nos alumbró el camino más allá de nuestros mares y fronteras fue la apertura comercial que era sólo el primer paso de otra apertura todavía más profunda en todos los campos de la actividad económica y social, en la que ya estamos inmersos.  A grosso modo el camino de 30 años de incursionar en la globalización empezó con nuestra adhesión al GATT en 1986, prosiguió con el primer tratado comercial y económico de envergadura que suscribimos en 1992, el TLCAN, después con el ingreso a la Organización Mundial del Comercio en 1995 y luego siguieron múltiples tratados comerciales, de inversiones y de alcance limitado, que hemos firmado con bloques y países, en todos los continentes, excepto África.

Desde el punto de vista estrictamente comercial las importaciones han revolucionado la industria mexicana al proporcionarle insumos de calidad y bajo precio, al mismo tiempo que los consumidores nacionales hemos saboreado el confort de un mejor nivel de vida que proporcionan los bienes importados a los que no tuvimos acceso durante medio siglo, dada la política industrial proteccionista y de altos precios que nunca logró consolidarse.

Así fue como la nueva ola de importaciones vino acompañada de mercancías introducidas mediante prácticas desleales de comercio internacional.   La mano invisible del mercado, amparada en la libertad de comercio, dio paso a la proliferación de estas prácticas que han sido preocupación permanente de los organismos multilaterales de regulación comercial, donde la propagación de las trampas comerciales, las subvenciones de los gobiernos y la discriminación de precios, son las armas favoritas de empresas exportadoras en su empeño de apoderarse de los mercados nacionales, bajo el señuelo de precios temporalmente reducidos, sin importarles el daño que causen a la industria local.

La adhesión al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, por sus siglas GATT, posteriormente sustituido por la Organización Mundial de Comercio, hizo necesaria la generación de una política de gobierno que nos defendiera de este fenómeno tan propio del comercio internacional al que íbamos a ingresar.  El 13 de enero de 1986, se emitió la primera ley en el que se regulaban y castigaban tales prácticas comerciales.  Enseguida, el 25 de noviembre de 1986, se publicó el reglamento contra prácticas desleales de comercio internacional.

A partir de ahí comenzó la defensa de la planta industrial mexicana.  El 29 de enero de 1987, dos meses después de emitido el citado reglamento, se determinó la primera cuota compensatoria provisional a la importación de sosa cáustica proveniente de EEUU, del orden de 0.053 dólares y de 0.060 dólares por kilogramo legal, equivalente al margen del dumping detectado, que 11 meses más tarde se convirtió en cuota definitiva.

Le siguieron otras 31 resoluciones y acuerdos secretariales que impusieron cuotas provisionales y luego definitivas, durante 1987 a 1988, casi todos ellos de productos norteamericanos y los menos, de Brasil, Alemania, Bélgica y España.

Tenemos ya una larga carrera de 30 años defendiéndonos del dumping y las subvenciones de gobiernos extranjeros por el destrozo que causan en el empleo industrial y su incidencia en el efecto multiplicador de las inversiones en la manufactura nacional, efecto poco estudiado pero que es gran responsable del bajo crecimiento económico que padecemos pese al éxito exportador que hemos alcanzado.

La presente administración federal recibió una fuerte carga de investigaciones en curso de resolver y de resoluciones vigentes que han impuesto cuotas compensatorias a empresas internacionales que introducen al país mercancías de gran demanda nacional, a las que se ha comprobado que lo hacen a precios menores de los que ofrecen en su país de origen en condiciones normales de mercado.  Estas prácticas comerciales han producido o amenazan producir un daño a la producción nacional, sobre todo en materia de empleo directo, de acuerdo con las estipulaciones del GATT y la Organización Mundial del Comercio, de las cuales somos miembros.  El siguiente cuadro presenta sus principales rasgos:

Cuotas compensatorias impuestas
Cifras al 8 de octubre de 2012

Rama económica
Productos*
País exportador
1
Preparación y envase de frutas y legumbres
2
Chile, China
2
Aceites y grasas vegetales comestibles
1
EUA
3
Papel y cartón
1
EUA
4
Envases y otros productos
1
Brasil
5
Productos químicos básicos
4
EUA, China, Francia
6
Abonos y fertilizantes
1
EUA
7
Fibras celulósicas y sintéticas
1
Corea
8
Productos medicinales
2
India
9
Otros productos químicos
3
EUA
10
Otros productos de hule
1
Brasil
11
Laminados, perfiles, tubos y similares de plástico
1
China
12
Fundición y laminación primaria de hierro y acero
2
China, Ucrania
13
Laminación secundaria de hierro y acero
21
Ucrania, Rusia, Rumanía, Kazajstán
14
Tubos y postes de hierro y acero
17
Japón, EUA, China
15
Tornillos, tuercas y similares
3
China
16
Clavos, tachuelas y similares
1
China
 
16 ramas económicas
  62
13 países
* Cada producto corresponde a una fracción arancelaria.
Fuente: Sistema de Información Estratégica.

Con 62 productos castigados con cuotas compensatorias la presente autoridad comercial recibió la administración del mecanismo de defensa industrial contra tales prácticas desleales, todos ellos originarios de 13 países entre los que destacan China, cuyas empresas vienen incursionando en el país desde 1991, una década antes de su ingreso en 2001 a la OMC, después EUA, seguido de Rusia y Ucrania.

Algunos de los rasgos relevantes de este comercio depredador, que se reflejan en el cuadro que antecede, son los siguientes:

  1. Las empresas exportadoras provienen de todos los continentes, principalmente de países asiáticos y de Norteamérica. Dicho en otras palabras, de la República Popular China, la fábrica del mundo, y de los Estados Unidos de América, nuestro principal socio comercial.
  2. Los países que han reducido su incidencia comercial mediante prácticas desleales han sido los europeos aunque algunos integrantes de la extinta Unión Soviética, como Rusia, Ucrania o Kazajstán, están teniendo una mayor participación.
  3. Afortunadamente los países con los que hemos suscrito tratados de libre comercio han ido reduciendo paulatinamente la incursión de sus empresas que practican comercio desleal. Sólo EUA ha continuado haciéndolo de manera relevante, lo cual se facilita si consideramos que las empresas norteamericanas pueden recurrir a los páneles binacionales de solución de controversias previstos en el TLCAN.
  4. Las empresas nacionales afectadas son todas ellas protagonistas en los mercados infiltrados por mercancías importadas mediante precios discriminatorios o subvenciones, que aumentan sus inventarios, reducen sus ventas, despiden personal o suspenden sus planes de inversión o expansión, a causa de productos introducidos mediante prácticas desleales al mercado mexicano.
  5. Hasta ahora no se han solicitado investigaciones a la autoridad comercial, por empresas que de manera conjunta sean representadas por organismos o cámaras empresariales, para que puedan tener la representatividad del 25% de la producción total realizada por personas físicas o morales dedicadas a la producción de las mercancías idénticas, similares o directamente competidoras con las de importación, como lo señala el artículo 50 de la ley de comercio exterior y 136 de su reglamento.
  6. Esta falta de organización empresarial impide conocer los efectos de mercancías importadas en el mercado de ramas industriales donde la oferta está atomizada y es generadora de grandes segmentos del empleo nacional.
  7. Las subvenciones tienden a desaparecer debido a diversas causas: la conciencia de los gobiernos de no otorgar subsidios dedicados a la exportación, las sanciones promovidas por la OMC o, simplemente, por insuficiencias o conveniencia política en las investigaciones administrativas.

 

Diciembre de 2017.
Alejandro Spíndola Yáñez

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