En busca de la competitividad frutícola mediante la sanidad vegetal

Mediante dos acuerdos secretariales publicados el 5 de octubre de 2018, la fruticultura mexicana acaba ser declarada en algunas partes del territorio nacional libre de la mosca de la fruta del género Anastrepha y del barrenador en sus acepciones de barrenador grande del hueso del aguacate, barrenador pequeño del hueso del aguacate y de la palomilla barrenadora del hueso.

Estas desregulaciones son el resultado de la política de sanidad vegetal y renuevan cerca de 50 acuerdos de declaración de zonas libre de estas plagas, provenientes algunos de ellos del año 2001.  La vigilancia fitosanitaria ejercida proporciona la seguridad jurídica que requiere este sector de la agricultura y la agroindustria para mejorar sus condiciones económicas y su competitividad exportadora.

La fruticultura ha sido de los renglones más redituables del sector agropecuario, con una tendencia económica es de mejoría en cuanto a su producción y al balance comercial con el exterior.  Las cifras históricas señalan que cada hectárea cultivada con frutales ha sido tres veces más rentable que el promedio del resto de los cultivos.  Asimismo, la actividad mantiene una balanza comercial positiva dentro del sector rural, ya que el volumen de frutas exportado fue 4.7 veces mayor que el importado desde 1961 a 2010 (FAO-FAOSTAT, 2013), particularmente por la ventaja comparativa que brinda el clima para la producción de frutales tropicales, en relación con otros países.((Desempeño competitivo de la fruticultura mexicana, 1980-2011.  Rita Schwentesius Rindermann y Dora Ma. Sangerman-Jarquín. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, vol.5 no.7, Texcoco.  Sep./nov. 2014.))

De acuerdo con la clasificación SAGARPA-SIAP (2013), se consideran 66 especies distintas de frutas y 164 que toman como referencia a las diferentes variedades, las que conforman a la fruticultura en México.  Existen productos que son estrellas en el ranking mundial de las exportaciones: el aguacate ocupó en 2017 el primer lugar, el jugo de naranja el quinto lugar y el limón está en el segundo lugar.((Atlas Agroalimentario 2018.  SAGARPA.))

En términos generales estos éxitos se deben, al menos en el período 1980-2011 (según Schwentesius – Sangerman), al crecimiento extensivo de la fruticultura en un 80% y sólo en un 11.4% a mejorías en el rendimiento.  De ahí la importancia de la sanidad vegetal dado su impacto en la productividad laboral agrícola al producirse frutas libres de la plaga, de mayor calidad y valor comercial.

Las medidas fitosanitarias que confirman a las zonas señaladas en los acuerdos del 5 de octubre antes señalados como libres de moscas de la fruta y del barrenador del aguacate, abarcan un parte importante del territorio nacional: se encuentras en 321 municipios de 19 entidades federativas, desagregados en la siguiente gráfica:

Según el acuerdo por el que se declaran como zonas libres de moscas de la fruta del género Anastrepha de importancia cuarentenaria, la apertura comercial ha propiciado que las organizaciones de productores, gobiernos estatales y el Gobierno Federal, hayan conjuntado esfuerzos para establecer la Campaña Nacional contra Moscas de la Fruta, tendiente a conservar las zonas libres de la plaga.

Mientras en el caso de la vigilancia fitosanitaria de la mosca de la fruta los estados con mayor número de municipios supervisados son Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Durango y San Luis Potosí; en el caso del gusano barrenador es el estado de Michoacán.((El detalle de las normas oficiales mexicanas y regiones involucradas se localizan en la ficha legislativa de la legislación señalada al principio de este análisis.))

Hay que señalar que conforme al reglamento de la ley federal de sanidad vegetal las declaratorias de zonas libres de plaga o enfermedad tendrán una vigencia de 24 meses.  Conjuntamente con estas medidas, es preciso mantener o recuperar la supremacía nacional e internacional de algunos productos frutícolas como es el caso del mango, la papaya y el café, porque ello significa más empleos directos e indirectos para el país y la generación del excedente económico que necesitan las actividades agropecuarias nacionales.

No escapa en este sentido la necesidad de que las políticas públicas federales en la materia se enfoquen en lo específico al incremento de los rendimientos de producción. Este es particularmente el caso del aguacate, del que México es el primer exportador mundial mas no el de mayor rendimiento.

Observatorio de Vigilancia Estratégica
15 octubre 2018  Núm. 20
Oportunidades de Negocios